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Reporte de la semana

2009-06-30 00:00:00

Los bastardos, políticamente incorrectos: Escalante

Por Leticia Carrillo
 
El director Amat Escalante expresó que algunos estadounidenses que han visto Los bastardos dicen que la película salió en un momento no propicio para los mexicanos porque ayuda a reforzar los estereotipos que de los connacionales tienen algunos sectores de la población del vecino país del norte.
 
“Ello están siendo políticamente correctos, se ofenden con la situación de los mexicanos, tratan de ponerse de este lado. Pero esa no fue mi preocupación, si hubiera caído en la trampa de ser políticamente correcto no hubiera hablado de lo que me interesaba, a mi me gusta, me emociona jugar con temas delicados y manejarlos de una manera brusca, maltratándolos” dijo Escalante.
 
Y es que a decir del realizador, lo que le interesaba mostrar eran los extremos a los que puede llegar el choque de dos culturas que no se mezclan, que viven en esferas distintas y que sólo interactúan para hacer negocios, sobre todo en los últimos años en que el miedo y la paranoia se han apoderado de la sociedad estadounidense, cambiándola.
 
Esta preocupación lo llevó a plasmar visualmente, a través de una de las escenas climáticas de la cinta, “como es que las cosas pueden explotar”. Por esta razón consideró a su filme como muy metafórico, como un pequeño universo en el que, a escala, se reproducen ciertos fenómenos sociales como el de las consecuencias de la explotación que viven muchas personas “no sólo en Estados Unidos”.
 
De esta manera, Amat Escalante indicó que Los bastardos “no es la historia típica del migrante que va a Estados Unidos”. Esto se puede vislumbrar desde la estructura bajo la cual se proyectó el filme hasta la elección de los actores:
 
“Yo quería hacer una especie de western moderno, donde los renegados actuales serían los ilegales, que están fuera de la ley. Estéticamente hablando, la manera en como filmamos la película se hizo con la idea de inyectarle una cosa muy de género cinematográfico a un tema que lo traté de una forma muy documental” explicó el director.
 
Respecto al casting el cineasta precisó: “no quería filmar lo que veo normalmente en mucha películas sobre migración que son actores que los visten como jornaleros que ni hablan como ellos, son falsos; a Rubén Sosa (Fausto) nunca le tuve que explicar como era cruzar la frontera porque él ya lo ha vivido. Probablemente un actor no ha pasado por eso, no ha trabajado mucho bajo el sol, no sabe hacer muchas cosas”.
 
Pero sobre todo, mencionó, que él necesita gente con la que se entienda “y confié en lo que estamos haciendo”. Su hermano Martín, quien junto con él escribió el guión, también se encargó de buscar rostros que pudieran interesarle, acordes a la línea visual de la cinta. Así, encontró en las calles de Guanajuato a Jesús Moisés Rodríguez (Jesús): “me gustó mucho cómo se veía su cara, era lo que estaba buscando” subrayó Escalante.
 
Después de varios contratiempos, el equipo de producción logró llevar a Rodríguez a California, Estados Unidos, donde rodaron. Luego de terminar su trabajo en la película, el novel actor se quedó a trabajar en el sector de la construcción estadounidense.
 
Aunque el hecho de ocupar a no actores Amat Escalante la atribuyó a las necesidades de cada película, por lo que no descartó la posibilidad de en un futuro trabajar con actores profesionales. “Mi primera película (Sangre) la quise filmar completamente en Guanajuato con lo que me rodeaba y lo que tenía era a no actores”.
 
Acerca del papel de la drogas en la cinta el realizador señaló que la decisión que toma Fausto probablemente fue tomada bajo la influencia de las mismas: “en sus cinco sentidos él no hubiera hecho lo que hizo, la mujer los está corrompiendo y él quiere eliminar la raíz de las cosas que no le están gustando”.
 
Escalante refirió que algunas de las influencias de Los bastardos fueron Naranja mecánica (Stanley Kubrick) de la que quiso retomar sutilmente algunos elementos del vestuario de Jesús así como los colores chillantes de la entrada y los créditos; Yoyimbo (Akira Kurosawa) por la apariencia física del protagonista y el documental Los, de James Benning que retrata diversos sitios de Los Ángeles, California y que también aparecen en varias escenas de su segundo largometraje.
 
Finalmente, el director dijo que durante su paso por el Festival Internacional de Cine de Los Ángeles la película tuvo un buen recibimiento de parte del público y sorprendió cuando dijo que le gustaba “hacer reir a la gente con el humor que la película podía llegar a tener”.
 
Los bastardos se estrena en circuitos de cine de arte y algunas salas comerciales de la Ciudad de México este 10 de julio con 20 copias.