Crítica «Wekufe, El origen del mal»; mitos inconformes
Por Silvia Bravo
Cuando pensamos en tradición de inmediato realizamos un breve, o quizá muy extenso, ejercicio de rememoración de mitos, leyendas y demás rituales que nos son cercanos. En la mayoría de los casos aparecen imágenes idílicas, con todo su encanto y color. Pero, ¿qué pasaría si el asunto no fuera tan inocente como parece? Tal noción es el argumento principal de Wekufe, opera prima de Javier Attridge.
A partir de la mirada de Paula y su novio Matías conocemos, en un primer momento, la isla de Chiloé ubicada al sur de Chile. Además del notorio interés por filmar el bello paisaje y su impetuosa vida privada, Paula busca realizar un reportaje sobre el Trauco, un personaje mítico y temible, que habita en los bosques de la isla.
Por eso viajan a Chiloé, ya que intuyen una extraña conexión entre el mito del Trauco y los altos índices de crímenes sexuales en contra de mujeres y niños. Investigan entre los habitantes, y la información que rastrean es poca. Incluso algunas personas se niegan hablar del tema.
Surgen más preguntas que respuestas. A pesar de los problemas que enfrentan, Paula y Matías no desisten. Descubren que además del Trauco, algunos habitantes hablan del Wekufe como una forma de referirse al mal. Cada vez se adentran más y más, a pesar del inminente peligro que los rodea.
Manifiestamente no es cine documental, por lo tanto, el peso de lo sobrenatural resulta relevante. En ese sentido, los humanos controlan una parte del mito y del rito, debido a que la contraparte se atribuye a entidades sobrenaturales, muy por encima del poder humano.
En un lugar donde “no pasa nada”, (llámese México), la pareja es el eje del conflicto. Su innata curiosidad y compromiso -sin olvidar la aspiración de cineasta presente en Matías- crea el entorno ideal para un ambiente perfecto de suspenso. Inspirado en películas como The Evil Dead, The Thing, Dagon o en referencias de la literatura clásica de horror como los mitos de Cthulu la joven promesa de director, busca el entorno ideal para crear su película; y a la par ayuda a su guapa novia con su reportaje. Dos pájaros de un tiro. Es así que la joven pareja busca descubrir la verdad detrás de los crímenes sexuales que “nadie” puede resolver.
Attridge le imprime su sello personal al unir el folclor de Chiloé con una problemática que dentro de la trama involucra temas de género. El violar, embarazar y/o matar mujeres ¿es parte del orden natural? ¿Son solo entes sobrenaturales los causantes de tales desgracias?
La película explora las posibilidades que ofrece el mito de Trauco. Por un lado muestra la vigencia de las creencias populares, en este caso particular, de Chiloé. Por otro lado, envía un mensaje sutil de denuncia que cuestiona un tema muy vigente: ¿Hasta qué punto un mito/tradición puede utilizarse como justificación de la atrocidad humana?
Silvia Bravo fue miembro del primer Jurado Joven del Festival Internacional de Cine de Terror “Vas A Gritar”; organizado en Xochimilco CDMX; “Wekufe, el origen del mal” fue uno de los largometrajes presentados.
