Bertrand Tavernier cautiva y rinde homenaje al cine francés en Cannes Classics

Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes, en exclusiva

Bertrand Tavernier nos cuenta, en las primeras imágenes de su documental “Voyage à travers le cinéma Français” ("Viaje a través del cine francés"), lo mágico que fue el cine para él. Nos hace visitar la casa donde nació en Lyon (la ciudad en que los Hermanos Lumière tenían sus fábricas y donde inventaron el cine), vemos imágenes de su padre y de inmediato nos cuenta un recuerdo suyo. En 1943, tenía  unos tres años y, una tarde de septiembre, sus padres lo hicieron subir a la terraza de la casa para ver en el horizonte la luces brillantes de cohetes que volaban en el cielo, eran explosivos y ráfagas de los soldados estadounidenses y franceses que estaban liberando la ciudad de la ocupación nazi de Francia. Todo le parecía maravilloso como un sueño. Sueño que, nos revela Tavernier, era como los suyos cada vez que se apagaban las luces en las salas de cine y el proyector empezaba a enviar imágenes a la gran pantalla.

Con los recuerdos de este maestro, ya sabemos que se va a tratar de un gran momento de cine con muchísima humanidad y cultura. De hecho, el viaje que Bertrand Tavernier nos propone compartir, no es un curso o una lección de cine. No es tarea universitaria perfecta, buscando la máxima objetividad, sino que es la mirada de un artista, de un amante del cine que desde siempre ha vivido con el cine. 

Lo mas importante en este documental es la pasión del maestro Tavernier y los extractos de filmes que ha conseguido.  Imágenes que Bertrand Tavernier consiguió gracias a la entrada en co-producción de las dos compañías padrinas del cine francés, Gaumont y Pathé, los dos grupos de producción existentes desde la invención de los Lumière, y que produjeron un gran número de clásicos del cine francés. Entrar en esta producción significaba aportar una parte de los derechos de reproducción de extractos de películas restauradas o por restaurar. Decisión muy inteligente de parte de estas compañías y que les saldrá muy lucrativa al final, pues cuando uno ve la película de Tavernier no le queda más que correr hacia la tienda de DVD y comprar varias de las películas que se aluden para (re)descubrirlas con la pareja, con amigos o con otros cinéfilos locos.

¿De que se compone este "viaje"? De un juego donde un hilo permite arrancar otro hilo, de otro color, de otra materia, un hilo que trae consigo un recuerdo personal ligado a  una película, y a otra. En la pantalla, rápidamente aparece dos o tres veces el rostro de un actor, lo que hace surgir una pequeña muestra de su trabajo y de los varios momentos de su carrera. La experiencia resulta apasionante, pues en este viaje con el cine de Tavernier recuperamos, nosotros ciudadanos cinéfilos (y en especial los franceses), una parte importantísima de nuestro patrimonio cinematográfico, lo ligamos con la historia de ese país. Así avanza este filme, sin construir varias teorías sobre la historia del cine como ocurre en la estupendo “A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies” (Estados-Unidos, Reino-Unido, 1995, 225 minutos) de Martin Scorsese y Michael Henri Wilson.

Bertrand Tavernier es tan culto que puede contarnos de modo subjetivo las más importantes páginas de un cine que abarca todos los géneros y estilos, desde el melodrama a la comedia, del cine policíaco al film noir, del documental al cine comprometido en asuntos sociales. Habla también de las páginas negras de este cine. Sin dar vueltas al asunto va directamente a las contradicciones de ciertos directores, por ejemplo de Jean Renoir, uno de los directores franceses más talentosos que tuvo por lo menos tres carreras: una antes de la Segunda Guerra Mundial, otra en Estados Unidos durante la ocupación de Francia por el ejército alemán, y una tercera después de la guerra cuando volvió a Francia.

Jean Renoir inventó mucho y sabía escuchar los consejos y puntos de vista de colegas o técnicos amigos. Descubrió además una cantidad muy grande de actores y de profesionales, en especial en el momento del frente popular en Francia (en el 1936 en particular), filmó acerca de la guerra de 1914-1918 (“La gran ilusión”); de los obreros en huelga (“Le crime de Monsieur Lange”); de la revolución de 1789 (“La Marseillaise”); de la violencia criminal en un pre-film noir (“La Bestia Humana”), y su obra maestra de aquellos años (“La Règle du Jeu”). Pero aquel director genial escribió en 1940 (en plena ocupación de Francia por la Alemania de Hitler y el desarrollo del antisemitismo de estado)  al gobierno reaccionario del Mariscal Petain una carta con varios aspectos anti-semitas, algo que recuerda también Tavernier en su documental. Y las anécdotas sirven para dar sentido a esta página negra de la memoria del cine francés, así como cuando Jean Gabin, actor estrella del cine francés, dijo a Tavernier : «Jean Renoir como director era genial, pero como hombre era una puta».

La película empieza con un homenaje a Jacques Becker y se acaba con otro saludo a la obra de Claude Sautet. Entre sus tantos testimonios, habla con pasión de René Clair, de Marcel Carné y de Jacques Prévert, de Jean Gremillon, de Jean Gabin y de Jean Renoir, de Bresson. No olvida a los músicos como Maurice Jaubert y Joseph Kosma, de Jean Wiener o de Miles Davis; del rey de los decoradores Alexandre Trauner, y de otros cineastas más, como Jean-Pierre Melville también (aunque no es su cineasta preferido); de Godard y Truffaut, de la Nouvelle Vague, de los productores…

Bertrand Tavernier comentó sobre su propia película :  “Quisiera que esta película sea mi modo de agradecer a todos, directores, guionistas, actores y músicos que entraron en mi vida. La memoria nos recalienta: este film es como el carbón para las frías noches de invierno».

“Voyage à travers le cinéma français” dura 3 horas y 5 minutos, necesitó seis años de preparación y 80 semanas de edición. Se escogiieron 582 extractos de 94 películas. Bertrand Tavernier vio varias veces mas de 950 películas y consultó más de 750 documentos y noticieros. Así que no parece sorpresa saber que Bertrand Tavernier anunció que está acabando diez capítulos (de una hora cada uno) sobre el cine francés y los que lo hicieron.

También se anunció que un importante festival mexicano va a mostrar en su próxima edición la película de Bertrand Tavernier. Un consejo para cinefilos: corran y no se la pierdan.