Cinecrítica: El viaje del cometa, una saturación de aprendizaje
* Estreno todo mayo en Cineteca Nacional
Por Ulises Pérez Mancilla
Si los viajes de por sí llevan su carga de enseñanza, los viajes del cometa son por definición una saturación de aprendizaje. Un bono de generosidad cuyo motor es la alegría por encontrar satisfacción en lo que se hace más allá de los tiempos que la sociedad se auto-impone como fechas de caducidad. Desde 2002, tras su jubilación, el profesor Enoc Fuentes y su pareja, la también profesora María Luisa Aguilar emprendieron la tarea de elegir su tiempo de retirada. Con sus ahorros, compraron un camión escolar norteamericano al que llamaron El Cometa y se propusieron una misión: recorrer los lugares más apartados de la República Mexicana con el objetivo de enseñar a través de sesiones astronómicas en escuelas y plazas públicas, partiendo de Baja California Sur hasta Chiapas con un lema simple y contundente: “Astronomía por México”.
Ivonne Fuentes, hija de Enoc, se dispuso a documentar una de las travesías del Cometa a través de la fotografía de Alejandro Cantú, concibiendo así El viaje del Cometa (México, 2009) su ópera prima documental que este mes se exhibe en la Cineteca Nacional y que funge como una extensión del loable trabajo de su padre, reivindicando así un esfuerzo personal que por personal y placentero, no deja de ser esfuerzo. El viaje del cometa recibió una mención especial del jurado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara y una nominación al Ariel como mejor largometraje documental, pero la verdadera cosecha de premios viene ahora, con la difusión de este inusual experimento que metafóricamente convierte la sala de cine en terracería de camino.
Protagonista de una road movie documental, hombre disciplinado, abuelo dedicado, esposo cómplice, cronista insaciable, periodista científico nato, ¡al fin padre de una cineasta!, don Enoc no se equivoca al describir sus viajes como reportajes vivos. En sus palabras, está el registro noble de sus andanzas, apuntes sencillos, subjetividades claras. Todas ellas documentadas en fotos y letras a través de su blog esteladecometa.blogsot.com, donde pueden leerse las bitácoras de todos sus viajes, esfuerzo conjunto entre él y su mujer.
El inicio del rodaje fue un 26 de abril de 2008, hace poco más de dos años, día en que un Motorhome blanco bautizado como la Estela del cometa y un Ford Bronco modelo 89 nombrado El Módulo siguieron los pasos de los profesores, según los apuntes de don Enoc en su blog. Iván Ávila, Alejandro Cantú, Pedro “Pit” Jiménez e Isaac Montecillo acompañaron a la directora, egresada del Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) en su aventura por retomar su carrera como realizadora (El sueño de la gallina, La virgen Lupita, De cuando el pescado murió de placer) después de una complementaria (y afortunada) trayectoria como ambientadora y directora de arte (Norteado, Adán y Eva… Todavía, La sangre iluminada, entre otras); aprovechando al máximo cada encuadre, cada giro, cada empeño de sus protagonistas, dejándonos ver historias paralelas al objetivo del documental (el acercamiento padre-hija y la visión que ésta brinda de su padre jubilado por ejemplo), mismo que se sobrepone en la edición de Elena Pardo al transformar en narrativa el freno impuesto por la burocracia de las leyes mexicanas, que en su momento detuvieron el viaje del cometa pero no su objetivo: enseñar a toda costa.
El viaje del cometa
D: Ivonne Fuentes. P: México, 2009. F en C.: Alejandro Cantú. M: Andrés Sanchez, Juan Manuel Ledezma. E: Elena Pardo. Con: Enoc Fuentes López, María Luisa Aguilar Aranda, Victor Enoch García Fuentes Prod: Imcine-Foprocine, 13 Lunas S.A., Iván Ávila Dueñas. Dur: 86 mins.
