La Muestra de la Cineteca:El tio Boonmee que recuerda sus vidas pasadas: Celebración de vida
Por Ulises Pérez Mancilla
La leyenda del tío Boonmee (Loong Boonmee raluek chat), ganadora de la Palma de Oro este 2010, constriñe al corazón en una hermosa fábula sobre la pertinencia de vivir, sobre saber dejar ir, pero también de saber irse de este mundo a tiempo. La nueva película de Apichatpong Weerasethakul se vale de la filosofía de la reencarnación para elaborar una compleja metáfora sobre la existencia y la degradación humana que es sencillamente una celebración de vida pura.
El tio Boonmee se está despidiendo de sus seres queridos. Lleva a cuestas el auxilio artificial para mantenerse vivo. Sus riñones necesitan ser dializados y en un punto en el que se siente cansado con el proceso, intuye que su muerte se acerca, pero antes cosas extrañas habrán de ocurrirle para poder despedirse en paz, ofreciéndose así mismo la oportunidad de consolar sabiamente a los vivos por su partida, pero también de reconciliarse literalmente con los fantasmas del pasado que en su momento y por distintas razones, dejaron de existir sin previo aviso a su lado.
De manera peculiar, el director tailandés toma de la fantasía y la ciencia ficción los recursos necesarios para dibujar un cuadro metafísico donde caben todas las posibilidades de vida relativa. Su elección da para viajar por universos alternos, algunos ideales, otros cruentos de realistas pero siempre sopesados por apuntes críticos sobre el respeto a todas las formas de vida (humanas y no humanas), llevando su manifiesto al extremo de asumir ese respeto incluso por personajes mágicos o improbables: seres fantásticos que pueblan el universo como energías regidas por la ley de causa efecto.
Su bordado es tan ambicioso y a la vez tan personal, surgido de esos momentos de reposo cotidiano tan típicos en su filmografía, que es inevitable no identificarse con la profunda emotividad de sus planos que uno a uno permean ese ambiente nostálgico de fin de ciclo; pero a su vez, de comprensión cabal de que el amor se está transformando constantemente. Uno se despide, pero todo permanece, incluidos nuestros actos y estos cobran trascendencia a través de los tiempos por más mínimos que sean, sin importar a quien hayan sido dirigidos.
El cine de Apichatpong está construido sobre partituras. Ningún espacio, ningún tiempo está de sobra, incluidos los silencios que no sólo van edificando significaciones de alto rango (una postura sutil y descarnada hacia el antropocentrismo como origen tangible de las atrocidades históricas del hombre, pocas veces vista en el cine), sino momentos de inmensa felicidad, tal es el caso del reencuentro familiar del tio Boonmee. Sin duda, se trata de la película que viene a poner a este autor en el mapa universal (fue Paula Astorga quien lo programó por primera vez en México vía el extinto FICCO hace algunos años) y que hará que una mayor cantidad de ojos posen su mente y sus sentimientos sobre su cine reposado, apoteósico, altamente logrado, jamás gratuito y cinematográficamente revolucionario.
La leyenda del tío Boonmee (Loong Boonmee raluek chat)
Dir: Apichatpong Weerasethakul. País: Tailandia-Gran Bretaña--Francia-Alemania-España Año: 2010. Guión: Apichatpong Weerasethakul. Fotografía en C.: Sayombhu Mukdeeprom, Yukontorn Mingmongkon, Charin Pengpanich. Edición: Lee Chatametikool. Con: Con: Thanapat Saisaymar (Boonmee), Jennira Pongpas (Jen), Sakda Kaewbuadee (Tong), Natthakarn Aphaiwonk (Huay, esposa de Boonmee), Geerasak Kulhong (Boonsong, hijo de Boonmee), Kanokporn Thongaram (Roong, amigo de Jen), Samud Kugasang (Jaai, jefe de Boonmee) Prod: Simon Field, Keith Griffiths, Charles de Meaux, Apichatpong Weerasethakul. Duración: 113 mins. Dist: ND Mantarraya. Clasificación: B.
