Te presento a Laura: forjando cimientos, creando taquilla
* En su segundo fin de semana permanece en el Top 10 nacional
Por Ulises Pérez Mancilla
La ópera prima de Fez Noriega tiene los tropiezos de toda primera vez: la presión de hacer una historia comercialmente complaciente y el confort de los lugares comunes que pronto lo expulsan al camino de la narrativa y al exigirle más y más precisión, la película deviene en un hilado de ocurrencias que sólo la salva el enorme carisma de sus protagonistas: Martha Higareda y Kuno Becker. No obstante, se trata de un debut interesante en el que Fez demuestra toda su experiencia detrás de cámaras como asistente de dirección.
Fez fue elegido de último momento y entró al quite casi como director emergente. De ahí que haya algo en Te presento a Laura que parece que se está formando en grande, ya sea como una inspirada chick flick, ya sea como una comedia dramática sin pretensiones, pero que termina por no ser. La responsabilidad de Noriega es compartida. A Higareda le ganaron las ganas de producir y apresuró su debut como guionista a partir de una historia repleta de buenas ideas, buenos momentos y buenos personajes que si bien resultan entrañables, son abandonados a medio camino cuando la autora se pone a atar cabos repentinos; detrás de su historia, hay un fervor por contar tantas y tantas subtramas que el lienzo final parece barco sin rumbo, eso sí, encantador y bienintencionado.
El potencial de Higareda como actriz se ve reflejado por doquier, y supo aprovecharlo. Participaciones especiales de amigos actores que están por ella y que desarrollan personajes relevantes aunque su peso en la historia sea circunstancial (Joaquín Cossio, Adriana Barraza, Eugenio Derbez), recursos financieros arriba del promedio de lo que obtiene una cinta nacional (la muy evidente participación de los chicles Trident como patrocinador); pero sobre todo, sensibilidad para acercarse al público (específicamente el adolescente) a través de una historia que se apoya en un contexto familiar para ella: el protagonista es un actor en un punto tal de su carrera que se siente agobiado y necesita tocar piso para redescubrirse, especialmente cuando se topa con una chica extraña (en la mejor herencia de Amelie) que tiene una misteriosa lista de objetivos por cumplir en la vida.
En su segunda semana en cartelera, Te presento a Laura, sin llegar a ser el hitazo de taquilla que fue No eres tú, soy yo o El infierno, se volvió a posicionar en el top 10 según cifras de Canacine, incluso por encima de Biutiful y de Sin ella, el otro estreno nacional del pasado fin de semana, logrando en dos semanas de exhibición más de 11 millones de pesos, nada mal para un arribo inesperado y discreto en el que lo mejor que le puede pasar a una película mexicana como ésta es sobrevivir dignamente al “semanazo”.
La inquietud de Martha Higareda por crecer profesionalmente parece genuina. “La vida es eso que nos pasa mientras vivimos”, reza el slogan de su película y así parece haberlo asumido al tomar al toro por los cuernos en esta aventura que si bien se queda a la mitad del camino, a fuerza de redundancia, recupera ingenuamente un valor que socialmente hemos perdido como país: el respeto a la vida.
