Actor, argumentista, guionista y productor. Nació en la Ciudad de México, el 12 de agosto (aunque también se menciona que habría nacido el 13 de agosto y que habría sido registrado como nacido un día antes, por superstición de su progenitor) de 1911. Surgió como figura de enorme arrastre en las carpas de los años treinta, donde desplegó un estilo que consistía en una serie de andanadas verbales, de escasa coherencia pero de desarmante comicidad.

Casi de manera natural, pasó al cine, aunque en un papel secundario, en No te engañes corazón (1936), haciendo pareja con Don Catarino. Sin embargo, fue hasta su tercera cinta, Aguila o Sol (1937), cuando pudo desplegar los modos de su personaje, destacadamente en un sketch carpero, al lado de Manuel Medel. 

Después intervino en una serie de cortos y en una ambiciosa pero poco afortunada realización de Chano Urueta, El signo de la muerte (1939), antes de consagrarse, en México y en el resto de los países de habla hispana, con Ahí está el detalle (1940), de Juan Bustillo Oro. Seguirían a ésa dos comedias igualmente disfrutables, Ni sangre ni arena y El gendarme desconocido, ambas de 1941. 

Más adelante, entronizado definitivamente como la esencia de la comicidad para sucesivas generaciones de reverentes y fieles espectadores de todo el orbe de habla hispana, Cantinflas prodigó personajes -cartero, portero, maestro, diplomático, extra, policía, doctor, etcétera-, uno por año, y aun trabajó en producciones extranjeras, más cerca, casi siempre, del mensaje edificante que de la gracia y el humor de sus orígenes. 

Convertido ya en una institución pública, de la comicidad, la filantropía y los negocios, tuvo su última intervención cinematográfica en El barrendero, en 1981. Falleció el 20 de abril de 1993, en la Ciudad de México. (Fuente: Cien años de cine mexicano, Universidad de Colima-Imcine, 1999)