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2019-01-29 00:00:00

Rumbo al Óscar 2019: «La favorita» y «BlacKkKlansman»: Las pasiones de la Historia

Por Samuel Lagunas
@samuel_lagu

2018 no sólo fue para la industria del cine el año en el que Alfonso Cuarón estrenó su mejor película hasta ahora (hablamos, desde luego de “Roma”); también otros directores igualmente importantes alcanzaron un punto altísimo en su carrera cinematográfica. Entre ellos quiero destacar ahora a dos que nos entregaron películas que comparten una misma pasión por la Historia —así con mayúscula—, a la que acuden para reafirmar sus lealtades y sus compromisos. Hablo de Spike Lee con “BlacKkKlansman” (también llamada “El infiltrado del KKKlan”) y de Yorgos Lanthimos con “La favorita”. Ambas cintas, además, ya tuvieron o tendrán muy pronto su estreno en salas comerciales de México. Ambas también protagonizan los premios Óscar: “La favorita” es junto con “Roma” la que más nominaciones tiene con 10, mientras que “BlacKkKlansman” cuenta con 6.


“BlacKkKlansman” o la resistencia tragicómica

En 1979 un policía afroamericano de Colorado Springs encontró un anuncio en el periódico en el que se invitaba a los interesados a sumarse a las filas de Ku Klux Klan. Ron Stallworth llamó al teléfono que estaba allí y se hizo pasar por un hombre blanco que odiaba a los judíos y a los negros. Fue citado por el encargado de la sección y, Stallworth, para continuar con la farsa, pidió a un compañero blanco que lo cubriera en las reuniones cara a cara, mientras que él se encargaría de mantener la comunicación vía telefónica. En manos de Spike Lee, esta anécdota se convierte en una comedia de enredos tan imprevista como dolorosa. John David Washington encarna a Ron Stallworth, mientras que Adam Driver (nominado a Mejor Actor de Reparto) actúa como Flip Zimmermann, el policía blanco. Juntos se sumergen en dos mundos antagónicos: a la vez que Zimmermann se enfrenta a los rituales de paso del Ku Klux Klan (insultar a los judíos, hacer juramentos), Stallworth se sumerge en una célula de las Panteras Negras donde conocerá a Patrice (Laura Harrier). El propósito de ambos es identificar y aplacar cualquier rumor de violencia que surja en los dos lados.

Más allá de las máscaras de sus protagonistas, “BlacKkKlansman” reflexiona ácidamente sobre los odios hacia la población afroamericana por parte de los supremacistas blancos, pero no sólo de ellos. Para Spike Lee (nominado a Mejor Director), en el pasado se encuentra la brújula para navegar hoy. El carácter permeable de Stallworth se revela como puente no sé si hacia la paz, pero sí hacia una vida mucho más digna y justa. Spike Lee atenta contra todos los dogmatismos por medio de la comedia; sin embargo, nunca pone en riesgo su compromiso político. Por eso, al final, no teme en hacer explicitas sus lealtades al abandonar el plano de la ficción e insertar cápsulas de discursos racistas de Donald Trump y del mismo David Duke, incondicional del Klan.  A pesar de esta afirmación de la adversidad, “BlacKkKlansman” (nominada como Mejor Película) también puede verse como un llamado a mantenernos alerta y una invitación a la sorpresa: los aliados y las aliadas de nuestras luchas pueden venir de donde menos lo esperemos.


“La favorita” o la fatalidad del deseo

La carrera del cineasta griego Yorgos Lanthimos es una de las más llamativas y sugerentes del siglo XXI. Con “Canino” (2009) y “Alps” (2011), dirigidas y habladas en su idioma natal, la imaginación de Lanthimos se reveló hostil a la felicidad y a cualquier viso de armonía. Aislamientos, pérdidas y sujetos profundamente dislocados constituyeron los elementos más característicos de su primera etapa de producción. En su salto al inglés, con “La langosta” (2015), Lanthimos encontró en Collin Farrell y Rachel Weisz los cuerpos y las voces idóneas para contar sus historias. Si bien es cierto que algo de la extrañeza y la frialdad que lo habían caracterizado se perdió en pos de estructuras dramáticas mucho más convencionales, los personajes catatónicos y desapasionados con diálogos tan lúdicos como despiadados, se mantuvieron como su sello personal. Luego, con “El sacrificio de un ciervo sagrado” (2017) el director griego alcanzó su más alto nivel de popularidad; sin embargo, el atrabancado dilema en que es situado el personaje central acabó empañado por su desarrollo efectista.

Con “La favorita”, Lanthimos toma un género bastante manido por la industria, el drama histórico, y lo impregna de esa sensibilidad agria y lacerante que había quedado diluida en su película anterior. Estamos a principios del siglo XVIII en el palacio de la reina Ana de Gran Bretaña, la última de la casa de los Estuardo. Con técnicas de iluminación y de fotografía que remiten de nuevo a Kubrick, Lanthimos recrea con gran habilidad tanto el abigarramiento y la excesiva suntuosidad de cada habitación del palacio, como los pasajes oscuros donde habitan los secretos más preciados para la realeza. La interpretación de Olivia Colman (nominada a Mejor Actriz) como la reina Ana es implacable. Su capacidad para adentrarse en un cuerpo siempre a punto de derrumbarse (de dolor, de deseo, de hastío) merecen todos los elogios. Junto a ella, por si fuera poco, se debaten dos mujeres por su amor y por los privilegios que conlleva ser la favorita de la reina: Rachel Weisz es Sarah y Emma Stone es Abigail (las dos nominadas a Mejor Actriz de Reparto). Ambas competirán con impía frialdad y no escatimarán ninguna treta para alcanzar la posición más alta del palacio. El poderoso tríptico de actuaciones es el que eleva la cinta de Lanthimos a un escalón mayor que el resto de sus películas: cada una sabe cuándo explotar, cuándo reír, cuándo ser sarcástica y cuándo ser despiadadamente apática (una fuerza semejante de un elenco, que nunca se desplegó en pantalla, la esperábamos también de la cinta “El seductor” de Sofía Coppola protagonizada por Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning).

Como en “El hilo fantasma” (2018) de Paul Thomas Anderson, “La favorita” es una constatación de aquel ideal romántico que dice que en el amor y en el deseo todas, y todos, siempre salimos perdiendo. Lanthimos no hace ninguna concesión con las vidas de sus personajes y consigue de nuevo ser fiel a sí mismo: a su estilo, a sus manías, a sus descuidos. Todo ello lo consolida como uno de los maestros de la desazón (que ocasionan los deseos frustrados o simplemente el no saber qué desear) en el cine contemporáneo. “La favorita” tiene nominaciones también como Mejor Película, Mejor Director, Mejor Diseño de Producción, Mejor Vestuario, Mejor Fotografía, Mejor Guion Original y Mejor Edición.