Crítica: «El Legado del Diablo». La cinta más aterradora del año
Por Andrés Bayona
Generalmente, las interpretaciones en las cintas de terror son menospreciadas y no obtienen el reconocimiento que merecen. “Los Otros”, “El Exorcista”, “Get Out”, “Scream” y “El Conjuro” son algunos ejemplos que brincan a la mente. Y ahora tenemos a Toni Collette en “El Legado del Diablo” (Hereditary. 2019). Podríamos dejar de lado que es una película de terror y resaltar que el trabajo de Collette es excelente y merece un alto reconocimiento por ello, punto.
Collette es una actriz impecable. Ha recibido múltiples nominaciones por su trabajo y no me extrañaría que estuviera incluida en la categoría a mejor actriz en reconocidas premiaciones por esta cinta. “El Legado del Diablo” es una de esas películas de terror que no se limita a los sustos predecibles como, por ejemplo, el ruido al final del pasillo o el salto inesperado de un gato en la habitación. Los momentos de tensión en esta cinta son genuinamente aterradores, grotescos y brutales, y estoy seguro de que atormentarán a los espectadores tiempo después de salir del cine.
En la primera mitad de “El Legado del Diablo”, el escritor y director Ari Aster se toma el tiempo para desarrollar la historia, su atmósfera y su tono. Annie (Collette) es una artista quien se especializa en construir meticulosamente figuras y espacios en miniatura, los cuales, debo decir, a veces son perturbadoras y cuya fuente de inspiración son las habitaciones y los eventos en la vida de Annie. “El Legado del Diablo” empieza en el funeral de la madre de Annie, quien fue una mujer fría y distante de su hija, pero quien tuvo una fuerte conexión con su nieta, Charlie (Milly Shapiro).
Charlie es una niña extraña. Es muy difícil para ella conectar con otros, hacer amigos, socializar e incluso tiene gustos mórbidos que seguramente ningún niño de su edad se le pasaría por su cabeza tener. Después de que otra muerte impacta a la familia, Annie entabla una conexión especial con Joan, una mujer a quien conoce en una sesión de terapia de grupo. Joan le enseña a Annie una manera de establecer contacto con el más allá y hablarles a sus seres queridos. Ahora que Annie hace parte de este mundo, las cosas se tornan aterradoras, especialmente para su hijo Peter (Alex Wolff) y su esposo.
La cinematografía y la música de “El Legado del Diablo” es impecable. Las locaciones también contribuyen a darle un elemento terrorífico a la historia. Es tan efectivo que desde el arranque tenemos claro que algo no está bien en esa casa, aun cuando no nos han presentado la historia. A pesar de que no vemos mucho a la mamá de Annie en la pantalla, su personaje juega un rol crucial en la historia y su presencia es evidente a lo largo de la cinta.
Pero es verdaderamente Collette, en su mejor interpretación de su carrera actoral, quien se lleva los elogios en esta cinta, gracias a explotar a su personaje en cuerpo y alma para llevarnos al borde de un ataque nervioso. “El Legado del Diablo” es, indudablemente, una de mis películas de terror favoritas del año.
Título original: Hereditary.
Duración: 127 minutos.
Dirección: Ari Aster.
Guion: Ari Aster.
Música: Colin Stetson.
Fotografía: Pawel Pogorzelski.
Reparto: Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Ann Dowd, Milly Shapiro.
