Cannes 2018: «BlacKkKlansman», Spike Lee se mofa del Ku Klux Klan en una gran película
Por Jean-Pierre Garcia
En exclusiva desde Cannes
El gran Spike Lee está de vuelta con la historia de un policía negro que a fines de los setentas logra infiltrarse adentro del peor grupo racista de Estados Unido. Con energía y ritmo, con un gran sentido del humor, BlacKkKlansman (Black Klansman) es una película que forma parte de la Competencia oficial del Festival de Cannes y que el jurado no podrá olvidar a la hora de los premios.
La trama se sitúa en Colorado Springs en 1978, donde por primera vez un afroamericano, Ron Stallworth (John David Washington, el hijo del famoso actor Denzel Washington), se integra a la policía local, algo que no es fácil pues muchos de sus colegas siguen siendo racistas. El jefe lo envía a espiar una manifestación que encabeza un dirigente negro en la universidad y, por una serie de situaciones, entra en contacto con el grupo racista del Ku Klux Klan de la ciudad y los convence de ser un supremacista blanco. El engaño es afianzado con el apoyo del grupo de inteligencia de la policía que deciden enviar a un colega blanco, el detective Flip Zimmerman (Adam Driver) para que se infiltre en el KKK. De esta manera se arma una simulación en la que el oficial negro sigue hablando con el KKK por teléfono y su colega juega el papel del blanco racista. A partir de este momento, el ritmo de la película se acelera y propicia muchas sorpresas y carcajadas, donde se exhiben a los miembros del clan muy caricaturescos (como de hecho lo son), violentos y racistas.
Los dos policías buscan conseguir una carta de miembro del clan para participar en una de sus ceremonias en la que queman una gran cruz de madera, con el fin de detectar posibles ataques con bombas del clan que amenazan la ciudad y, especialmente, a las comunidades afroamericanas. Es evidente la seriedad del tema para Spike Lee, pero aun así lo trata con tal sentido del humor que el público sigue muy atenta la película, entre risas y situaciones emocionantes.
En paralelo, seguimos al policía Stanworth (el afroamericano que lleva una gran melena esponjada) que trata de seducir a la presidenta de un grupo de estudiantes, a quien protege pues el clan busca agredir. Así que la película nos lleva de un grupo a otro, de un universo a otro. Spike Lee mezcla de modo muy astuto la realidad de una ciudad muy segregacionista y la retrata en las palabras de ayer con elementos documentales de hoy. Es evidente que el presidente que quiere construir un muro escandaloso en la frontera con México apoya con sus tweets el discurso racista del clan. No olvidemos frases como “Make White America First, Again”; que alude a la nostalgia del sur racista y de la famosa película de Griffith “Nacimiento de una Nación.
El tema, como se decía al inicio, es grave pero Spike Lee lo maneja hábilmente con humor. Sólo en su desenlace la película merece un comentario negativos, por el uso de una música un poco chillona y pesada, muy al estilo hollywoodense.
“Blackkklansman” de Spike Lee es una película que se recomienda para aquellos que disfrutaron en el pasado películas como “The Blues Brothers” o “Bastardos sin Gloria” de Tarantino.
