Crítica: «Amor en braille», dos niños entre el amor y la ceguera
Por Hugo Lara
Las historias de romance entre niños, del primer amor, pueden ser muy emotivas y evocadoras, con la correcta dosis de frescura, humor y ternura. En esos casos, más vale tejer fino para no caer en lo melodramático y arrastrar al espectador al pantano de la sensiblería fácil. Por una brecha divertida y conmovedora busca caminar “Amor en braille” (Le coeur en braille, 2016), película francesa dirigida por Michel Boujenah, que llega a las salas de cine este fin de semana.
Marie (Alix Vaillot) y Víctor (Jean-Stan Du Pac) son dos niños entrando a la adolescencia que estudian en el mismo colegio, aunque no son amigos. Ella es brillante, de espíritu alegre y una gran chelista. Él, en cambio, es tímido y mal estudiante. Ella oculta una enfermedad congénita que la está volviendo ciega, pero lo hace tan bien que nadie se da cuenta. Además, convence a su médico de que guarde silencio sobre la gravedad de su mal frente a sus padres, con el objetivo de poder hacer la prueba para ingresar al conservatorio de música y evitar ir a una clínica a donde su padre la quiere enviar. Sólo necesita unas semanas y para lograrlo busca la ayuda Víctor, su nuevo amigo y enamorado.
El filme está basado en una novela de Pascal Ruter, adaptado por el propio director y por Alfred Lot. Es una historia dulce con ribetes de melodrama (el asunto de la enfermedad acentúa eso), que la realización y el guión equilibran con la gracia de sus dos pequeños protagonistas, bien interpretados por Alix Vaillot y Jean-Stan Du Pac. En ellos recae lo mejor de la cinta, no sólo a través de la amistad y el romance que establecen y su dinámica en la escuela con sus maestros y compañeros, sino también por la circunstancia familiar de cada uno, con sus respectivas problemáticas con sus padres.
“Amor en braillle” abreva del subgénero del romance infantil que ha dado películas de antología, como el clásico “Melody” (Waris Hussein, 1971), referencia obligada que narra el apasionado amor entre dos chicos ingleses, llenos de energía, hormonas y mucha música, quienes se rebelan ante el mundo de los adultos con la complicidad de sus temerarios amigos. También podría rememorarse la imprescindible “Moonrise Kingdom” (Wes Anderson, 2012) o incluso filmes más recientes, como “Sing street” (John Carney, 2016) o la también francesa “El novato” (Rudi Rosenberg, 2015).
“Amor en braille” es la tercera película como director de Michel Boujenah, quien ha construido una carrera principalmente como actor, desde el éxito de “Tres hombres y un bebé” (3 hommes et un couffin, 1986), la que sirvió para un exitoso remake en Hollywood.
“Amor en braille” es una película optimista sobre el despertar amoroso, sobre la amistad y la solidaridad. A pesar de que al relato le cuesta despegarse de los estereotipos y ciertos lugares comunes, dentro de su modestia y sus limitaciones posee una realización aceptable, sin grandes alardes. Es una opción agradable para ver este fin de semana.
