El portal del cine mexicano y mas

Desde 2002 hablando de cine



Noticias

2017-05-24 00:00:00

Crítica: «¡Huye!»; viejos temores en nuevas formas.

Por Ali López

“¡Huye!” (Get Out |  Jordan Peele | USA | 2017) será, probablemente, una de las favoritas de los amantes del cine de horror para este año. La ópera prima de Peele nos presenta a un director dotado, capaz de entregar una cinta dinámica, muy propicia para un público actual, acostumbrado al dinamismo; a la vez que genera ambientes oscuros y lúgubres como lo mejor del  terror clásico.

La trama se centra en Chriss (Daniel Kaluuya) un joven fotógrafo afroamericano que visitará por primera vez a los padres de Rose (Allison Williams) su novia; una chica blanca del viejo EE.UU. Nada parece ser más extraño que eso, pero pronto descubrirá que las intenciones de la familia de su novia no son lo que parecen, pues bajo su apertura a las relaciones interraciales esconden un nuevo paso hacia la esclavitud.

La película se toma su tiempo, a pesar de tener una secuencia inicial oscura; no nos engulle en su vorágine lúgubre hasta que ha pasado cierto metraje. Pero la cinta no cae en la lentitud de muchas cintas de art-house (como “The Witch”); sino que homenajea de la mejor forma al horror monocromo de los años 30.  Tenemos aquí un poco de todo, de zombies, doctores malvados, mujeres fatales; y todo lo que los inicios del siglo XX dejaron para nosotros.

Hay un trasfondo social y político, del que mucho se va a hablar, que por fortuna no termina por hacer de la cinta un panfleto. Es una película afroamericana, sí, con mucho del humor, los estereotipos y gags propios de su subcultura. Pero todo este muestreo de negritud no funge como discurso de alarde, ni tampoco como sentimiento de subordinación. Cada momento de comedia, al igual que cada momento de tensión, entra en ritmo con lo que la trama necesita.

No busca, por lo menos no explícitamente, llevar un mensaje a la humanidad por medio de una cinta de horror. Logra ser una cinta de horror, que ya en otras lecturas, emite su idea. Y eso se agradece, pues no entra en demagogias, ni pretextos risibles; se enfoca en el terror, en crear ambientes de tensión, donde la identificación con el personaje principal, y el laberinto que lo va rodeando, hacen que la claustrofobia se presente. No por nada el deseo de escape da nombre a la cinta, pues el sentirse perseguido, rodeado, y sobre todo, asediado,  es una sensación que se transmite desde la pantalla.

Es cierto que “¡Huye!”, para los que ya hemos visto muchas cintas del género, puede resultar predecible,  pero el factor sorpresa no deja de ser coherente, útil y propicio para su propio universo. Demuestra, una vez más, que no se necesita de grandes efectos, litros de sangre, u otras artimañas para tener un público satisfecho.
Un clásico de horror que será referente para nuevas fechas. Una cinta que retoma aquello que hizo grande e interesante al género, y que no sólo lo imita o rinde homenaje, sino que lo hace suyo. Una manera de ver a los zombies sin demasiada parafernalia, y sí con mucha inteligencia, lo que demuestra que el género no muere, sólo necesita reencontrarse.