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2016-10-27 00:00:00

Desde FICM: «Sully»; milagro en el Hudson.

Por Miguel Ravelo

Desde Morelia, Michoacán.

15 de enero de 2009. El vuelo 1549 de US Airways sale del aeropuerto LaGuardia en Nueva York con destino a Carolina del Norte. 155 personas se encuentran a bordo del avión, piloteado por Chesley “Sully” Sullenberg y Jeff Skiles. Tras apenas tres minutos de vuelo y a una altura de 2800 pies, una bandada de gansos vuela directamente hacia el avión y choca con las turbinas, deshabilitando por completo los dos motores de la nave. Ante la emergencia y calculando sus posibilidades en los pocos segundos disponibles, Sullenberg decide no ir por la ruta lógica e intentar llegar a los aeropuertos más cercanos, sino tomar un riesgo mayor: acuatizar en el río Hudson.

La historia de supervivencia de Sullenberg, Skiles y la tripulación del vuelo 1549 fue plasmada en el libro Highest Duty, escrito por el propio Sullenberg en colaboración con Jeffrey Zaslow. Ésta supuso una muy atractiva opción para que Clint Eastwood decidiera convertirla en su trigésima sexta película como director.

Junto al guionista Jeffrey Zaslow y apoyados por los propios pilotos que fueron protagonistas del incidente, Eastwood construye una historia de heroísmo que gira alrededor de las consecuencias que surgen a partir de la decisión de Sullenberg. Efectivamente, el acuatizaje resultó milagroso al no resultar un solo pasajero herido en un escenario que habría significado la muerte de muchos de los tripulantes, pero Eastwood reflexiona sobre las posibilidades contrarias. ¿Qué habría pasado si los resultados no hubieran sido favorables? La opinión pública y los medios colocaron a Sully como un héroe, pero él mismo niega el título y muestra fuertes dudas sobre sus actos. Aunado a lo anterior, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte parece empecinada en demostrar que el accidente se debió a un error de los pilotos, que de comprobarse, significaría el fin de la impecable carrera de Sullenberg.

En el apartado actoral, la mancuerna entre Tom Hanks y Aaron Eckhart le da a la historia bases muy sólidas sobre la cual avanzar. Hanks logra una de sus más notables interpretaciones y Eckhart hace un gran trabajo como actor de reparto. No será sorpresa ver a “Sully” competir dentro de las categorías de actor principal y de reparto dentro de la próxima entrega de los Oscares. A quien su papel no le permite destacar es a Laura Linney, quien interpreta a la esposa de Sullenberg y cuya intervención queda reducida a la de ser la esposa angustiada. El guion bien podría haberle dedicado un poco más de profundidad a su personaje.

“Sully” cuenta con espectaculares secuencias aéreas filmadas en formato IMAX, además de la impecable factura que es lógico esperar dentro del cine de Eastwood; sin embargo, se habría agradecido una segunda mitad que desarrollara con mayor puntualidad los eventos posteriores al accidente. El peligro y consecuencias de que Sully fuera declarado culpable no terminan siendo tan amenazantes; el clímax llega muy rápido y la resolución se siente algo apresurada. Ésta es una película que, contando una historia de este tipo, bien se le habría agradecido mayor desarrollo. Es una película que se siente algo más contenida que el resto del cine reciente del director.

“Sully” llega en un punto de la carrera de Clint Eastwood en el que es evidente que el director está trabajando por amor hacia las historias que quiere contar. Tal vez no sea su película más personal o su resolución no sea tan emocionante como su primera mitad, pero con una trayectoria cinematográfica de este calibre, ¿qué más se le puede pedir a Eastwood, más que seguir haciendo lo que le venga en gana?