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Reporte de la semana

2016-02-12 00:00:00

Crítica: «Busco novio para mi mujer», el regreso de los clones

Por Hugo Lara Chávez

“Busco novio para mi mujer” es una comedia mexicana que se centran en los conflictos conyugales y en la posibilidad de una insólita forma de infidelidad: Paco (Arath de la Torre) se siente sofocado por su neurasténica esposa, Danny (Sandra Echeverría), pero no se atreve a pedirle el divorcio por cobardía. Sus amigos le sugieren que contrate al “Tiger” Cordera (Jesús Ochoa), un infalible casanova que podría enamorar a Danny y provocar así la ansiada separación. Una vez que Paco llega a un arreglo con el Tiger y echan a andar su plan, se desencadenan varios hechos que ponen de cabeza el mundo de los dos esposos y los introducen a una nueva dinámica entre ellos.

Desde el éxito taquillero que tuvo “No eres tú soy yo” (Alejandro Springall, 2010), basada en el filme argentino “No sos vos, soy yo” (Juan Taratuto, 2004) algunos productores mexicanos se han visto tentados a buscar alguna comedia argentina para adaptarla al entorno nacional y repetir la hazaña.  Pasó con la fallida “Así es la suerte” (Juan Carlos de Llaca, 2011) que adaptó la cinta “La suerte esta echada” (Sebastián Borensztein, 2004)  y ahora toca el turno a “Busco novia para mi mujer” (Enrique Begné, 2016), que retoma el argumento de “Un novio para mi mujer”, otro filme de Taratuto pero de 2008 cuya gracia y originalidad también la hizo merecedora de una adaptación italiana, “Un fidanzato per mia moglie” (Davide Marengo, 2014) y una sudcoreana “All About My Wife” (Kyu-dong Min, 2012).

De entrada, habría que señalar cierta estrechez y deficiencias de ambas cinematografías (la argentina y la mexicana) que evidencian estos casos: son industrias demasiado locales que pierden la oportunidad de alcanzar un mercado muy amplio (el de millones de hispanoparlantes de todo el mundo, que no es poca cosa); y por otro lado, el desgano de buscar y generar historias originales en vez de adaptar las de los vecinos regionales. Al cine argentino le queda el consuelo de que está vendiendo sus historias al mundo, mientras que al cine mexicano le queda la urgencia de invertir muy fuerte en sus guionistas.

Sin mas vueltas, “Busco novia para mi mujer” es lo que se llama —sin menosprecio— una película de productor (en este caso, la triada compuesta por las experimentadas Inna Payán y Laura Imperiale, con la colaboración de la también actriz protagonista Sandra Echeverría), quienes son las verdaderas autoras de este filme por encima del director. Así, la película ha sido pensada para conquistar grandes audiencias con una historia que ha probado ser sólida y entretenida, asumiendo el mínimo de riesgos creativos y financieros, y apoyada por un vistoso despliegue publicitario. En su favor, hay que notar el correcto nivel de calidad técnico y artístico que podrá satisfacer sin problemas a un amplio público potencialmente consumidor de este “producto”.

“Busco novia para mi mujer” es la segunda película de Enrique Begné, prometedor director que debutó con “Dos abrazos” (2007) y que este mismo año estrenará un tercer largometraje, “Compadres” (2016). En “Busco novia…” Begné se muestra como un director disciplinado y eficiente, atento a seguir al pie de la letra el guión original de Pablo Solarz, adaptado por Leticia López Margalli, Gabriel Ripstein (ganador del premio de mejor opera prima en Berlín por “600 millas”) y el mismo Begné. A propósito de ello, llama la atención que se necesitaron hasta tres guionistas para hacer esta adaptación, sobre todo porque la película tiene en realidad pocos cambios significativos respecto a su película-madre argentina. “Busco novia para mi mujer” es casi un clon de la original, pero con el lenguaje mexicano y ciertos ajustes que no afectan la estructura, como eliminar las secuencias de la terapia conyugal, cambiar el ámbito de trabajo del casanova, encuadrar la trama en la moda hipster de la zona Condesa-Roma de la Ciudad de México y algunas cosillas más. Con esos cambios, la película mexicana corre sin mayores tropiezos, aunque de pronto se sienten extrañas y falsas ciertas situaciones o espacios que podrían haberse modificado, como la pequeña estación de radio donde Danny se incorpora a trabajar.

El director sostiene al filme con un aceptable nivel de casi todos sus actores principales, con una actuación convincente de Sandra Echeverría (que tenía el difícil hándicap de acercarse a lo hecho por Valeria Bertuccelli)  y del siempre simpático Jesús Ochoa, mientras que Arath de la Torre se ve apelmazado, pues es muy limitado para ofrecer la variedad de matices que su personaje necesita. Por otro lado, la música original de Joan Valent a veces cobra un protagonismo que no le corresponde, mientras que la discreta fotografía de Javier Zarco y el diseño de producción de Miguel Ángel Álvarez cumplen con los parámetros estéticos y técnicos. Con sus pros y sus contras, dentro de sus vonencionalismos, "Busco novio para mi mujer" tiene muchas probabilidades de que se convierta en el primer éxito de taquilla del año del cine mexicano.

A los curiosos se les recomienda ver el filme argentino, que se puede buscar en la red.