Cannes 2015. «Allende mi abuelo Allende» de Marcia Tambutti A.
Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes
Quincena de directores
Marcia es la nieta del presidente chileno asesinado por el golpe de estado militar en 1973. Más de 35 años después se plantea, tanto como individuo como chilena criada en México, recuperar la parte íntima de su historia. Pues si todo o casi, se sabe de los Allendes políticos, lo que toca a la memoria de su familia y seres queridos, se quedo escondido en los que sobrevivieron. Cuando se empeño en filmar, la directora sabía que sería difícil y largo el camino, la película es de cierto modo la historia de la recuperación de la palabra al nivel más cercano de los familiares: la abuela, viuda de Salvador Allende, la propia madre de Marcia, la tía y los primos...
Al inicio se expresa la imposibilidad de decir frente a la cámara los recuerdos enterrados en lo más profundo de cada uno, pues se protegen manteniendo secreto el dolor que vivieron.
Paso a paso, el proceso de búsqueda cinematográfica nos lleva de vuelta (de madre a hija) hacia la memoria pública con imágenes de fotos fijas como en documentos filmados. Empiezan a salir las fotos y los recuerdos, los documentos que escaparon a los militares que saquearon las casas de los familiares. Es fácil imaginar que los milicos se llevaron en especial papeles personales y fotografías que nunca devolvieron.
Se habla también en el documental de otra de las hijas del presidente que a los cuatros años del golpe, se suicidio en el exilio. Se evoca el compromiso político de Allende así como su carácter depresivo (lamentablemente ocultado por sus propios amigos o compañeros). ¡En aquellos tiempos un revolucionario no solía ser depresivo!
La directora se dio rápidamente cuenta que iba a necesitar mucho tiempo para que se pudiera hablar sobre su abuelo. Se dio en un proceso trans-generacional, nietos y sobrinos con las madres, a la muerte a los 95 años de la esposa de Salvador Allende. A pesar del dolor que tuvo su familia, muestra claramente el personaje que era esta gran dama en la vida política chilena, de ayer y de nuestros días,
El trabajo de Marcia Tambutti, más allá de contar la historia de la familia Allende, permite reflexionar sobre lo que es el trabajo de los cineastas que entrevistan a seres tan importantes: escuchar atentamente y saber de modo intuitivo cuando se tiene que enviar otra pregunta. Todo esto plantea en la medida del tiempo, del significado de los silencios y en un segundo tiempo de la tarea del editor de este material. La emoción que surge de esta propuesta cinematográfica es legitima. Lo que no impide que este film gane un sitio en la larga historia del cine documental.
