El documental chiapaneco, protagonista en el FIC San Cristóbal
Por Sergio Huidobro
Desde San Cristóbal de las Casas
La segunda jornada del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal tuvo al documental como invitado de honor. En este mismo sitio, ya Hugo Lara detalló el impacto que Wim Wenders y Juliano Ribeiro causaron con la galardonada “La sal de la tierra” (liga). En otros puntos de la ciudad, otros trabajos documentales dejaron marca en esta primera edición del festival.
Aunque ya había sido exhibido en otros foros como el Festival de Guadalajara, Morelia o Monterrey, “La danza del hipocampo” de Gabriela Domínguez Ruvalcaba tuvo dos exhibiciones en San Cristóbal con resonancia particular, al ser ésta la ciudad de donde brotan los recuerdos de la directora, desgranados en la cinta. “La danza”, un documento personal, emotivo y desafiante en torno al origen y la reconstrucción de la memoria íntima, denota un sólido aprendizaje de Chris Marker, Alain Resnais o Agnès Varda, una escuela documental ampliamente conocida que, sin embargo, no había tenido influencia visible en los realizadores mexicanos.
Durante la misma jornada, se exhibió un cuarteto de cortometrajes hermanados por la naturaleza de su producción: todos están dirigidos por realizadores chiapanecos, de origen rural, habitantes de la región que circunda a San Cristóbal y que no tuvieron una formación técnica ni asistieron a escuelas de cine. Se trata de “El Nail” de Nestor A. Jiménez Díaz, “Koltavanej” de Concepción Suárez Aguilar, “Lalo el dragón” de José Eduardo Martínez González y “Un día con Rafa” de Ronyk Hernández y David López Pérez.
“El Nail” documenta los ritos y tradiciones religiosas de una comunidad al norte de San Cristóbal. Ahí, una figura conocida como “el rezador” realiza un ritual para pedir por la salud de su comunidad. “Koltavanej” le da voz a Rosa López Díaz, una mujer tzotzil condenada a 27 años de prisión por un secuestro sobre el que nunca se aportaron pruebas concluyentes. “Lalo el dragón” sigue los pasos de un joven en los alrededores de San Cristóbal y “Un día con Rafa” se compone de los sinceros y vivaces testimonios de un adolescente que encara el futuro y la vida con una perspectiva tan singular y fresca como cotidiana.
En conjunto, las proyecciones dieron fe del compromiso que el FIC San Cristóbal, en su primera edición, asume con las múltiples miradas sobre el entorno de esta región de Chiapas y con el cine como vehículo para multiplicarlas.