Crítica: La crisis de los Casi treinta
El protagonista de la cinta es Emilio un junior que lo tiene todo: auto, depa, un buen trabajo y a Lucía (Salda Maldonado) la chica con la que quiere casarse, pero justo cuando le propone matrimonio, su novia sufre una transformación radical y, aconsejada por su madre, deciden tomar el control (Claudia Ramírez) no solo de la boda, sino del futuro del matrimonio. Emilio comienza a caer en un abnegado conformismo del cual emerge gracias a la invitación de Al.
Sonora se convierte entonces en un pretexto para que los cinco amigos hagan un viaje interior y comiencen a enfrentar sus respectivas frustraciones. En un acto regresivo, olvidan por momento su edad y se comportan como preparatorianos entregándose a la fiesta y a la diversión.
La cinta plantea una buena trama, sin embargo poco a poco se pierde en la multitud de clichés y estereotipos desde el típico rockero víctima del síndrome de Peter Pan que se niega a crecer y enfrentar la vida, hasta el ejecutivo frustrado que ha dejado sus sueños a mitad del camino, sin dejar de lado al machista empedernido. En este mismo tenor aparece Cristina (Eiza González), el antiguo amor de Emilio, quien representa la juventud y los sueños perdidos.
Sugich, quien apostó en esta filme por una propuesta “independiente,” muestra su poca expertis en el timming y el manejo actoral, de tal suerte que por momentos las anécdotas parecen desarticuladas y poco propositivas para el avance de la cinta.
Destaca el cuidado de la cinefotografía aunque a veces cae en el lenguaje videoclipero y en el cliché como la secuencia en la que Cristina y Emilio se encuentran fuera de la escuela de ballet, ella con su típico uniforme escolar y él observándola, embelesado, bajo la lluvia. También es digna de mencionarse aquella en la que los jóvenes se divierten a rienda suelta a bordo de un barco.
Los diálogos en general se sienten forzados y salvo algunos como aquel donde la mujer Sid lo reta a que reconozca a su hijo. Quizá lo que se rescata es el enfoque masculino de los niños fresas treintañeros quienes aprovechan este momento de su vida para revaluar lo que han hecho y hacia donde piensan redirigir su camino.
La manufactura de la producción está al nivel de las cintas gringas donde prevalece el entretenimiento light, la vanalidad y se dejan pocos espacios para la reflexión, sin embargo intenta tocar algunas fibras. Incluso el cierre de la cinta recuerda el típico discurso moralino de las películas hollywoodenses en las que se aprovecha el sepelio para dar un sermón del “deber ser”. Dependerá del mud, del espectador y de sus propias crisis existenciales si se deja llevar en este juego e intenta responder la pregunta que Sugich propone: ¿Y a ti, que te detiene?
Casi treinta (México, 2013)
Director: Alejandro Sugich
Actores: Manuel Balbi, Sara Maldonado, Eiza González, Adán Canto, Claudia Ramírez, Gabriel Retes.
