Por Raúl Miranda López

Las glorias del gran Púas (1982)

“...las orejas retacadas de secos estallidos de puñetazos” R. Garibay

En 1978 el escritor y periodista Ricardo Garibay publica Las glorias del gran Púas en editorial Grijalbo; posteriormente Rubén Olivares y Garibay forcejean por los derechos de autor y regalías. En 1995, Garibay, quien practicara y se obsesionara por ´el rudo combate de puño´, ya ve en éste “... su banalidad y la vesania o imbecilidad profunda que lo asiste”, por su “...vacío, como miseria económica y moral, como tara mental, como desesperanza. El púgil ha de acabar convertido en bagazo de la sociedad canalla, en desecho de los publicistas y los apostadores.” Y señala a los boxeadores como “compatriotas analfabetas”, los que “... en noches de gloria llevaron al alarido a las desharrapadas multitudes de obreros y prostitutas que los adoraban.”

Basada en el libro se filmó la cinta con ese título (1982), con Olivares como protagonista. La crónica sobre el Púas de Garibay está dividida en cuatro “raunds” o parrandas. En el primero Garibay escribe “...Rubén Olivares emprendía esa noche una nueva ascensión, a cuestas su fardo de mujeres, de alcohol, de marihuana, de parásitos, de coca, de vagancia, de tedio, de impaciencia, de desamor, de anarquía, de nota roja, carnitas y totopos y fatalismos y resignaciones y prodigiosas facultades naturales para el arte de desmadrarse entre las doce cuerdas.”; y continúa describiendo: el cochambroso Alexandria Hotel en Los Angeles, las vecindades tepiteñas, la bondojo, el Memoria Sport Arena, la Arena Coliseo, los terregales de las colonias perdidas defeñas, los baños de vapor, el gimnasio, para ubicar los espacios propios resultado de eso que “... no es más que una modesta tecnología al alcance de cualquier adolescente haragán y más o menos hambreado y riñudo.”

La película de Roberto G. Rivera, el director de la exitosa El Milusos, otra cinta adaptada de un escrito de Garibay sobre el personaje subempleado Tránsito-Héctor Suárez, se sustenta en la cámara libre de Francisco Bojórquez y en la producción ejecutiva de Alberto Bojórquez. Es un registro de las borracheras hasta morir de Olivares y séquito (Roberto Flaco Guzmán, Roberto Cobo Calambres, Guillermo Rivas et al), describe las comilonas callejeras en tremendas cazos de fritangas; así como, los lugares de esparcimiento, gozo y retozo del varias veces campeón del mundo; con su cortejo que no se despega del “nariz de chupón”, y ríen sin fin celebrando sus ocurrencias albureras “tejones porque no hay liebres”; abunda el ron Bacardí, las cubas de Presidente, las viquis, las salsas pico de gallo, el neutle de la pulquería La Canica, ubicada allá por La Villa.

El autor total Garibay es interpretado por otro “autor total”, Manuel Güero Castro. Miguel Manzano es el manager enojón; Sasha Montenegro, haciéndola de mesera mojada, se desnuda obligadamente y se la sirven en bandeja al noble púgil que la respeta y le pide que se vista porque el puede “conquistarla” de otra forma; aparece la expresiva Isela Vega, que se las sabe todas, quien es como una hermana consejera y es quien contacta a Garibay con el boxeador para dar inicio a la briaga-crónica o a un “estudio antropológico del mexicano” (dice la puntillosa Isela). También aparece la imperecedera reina del verbo sexual-castigador, Carmen Salinas. Pero el trabajo periodístico no avanza y el pompínesco director del diario se harta. Luego, Garibay pretende citar fallidamente a Olivares en un café, cuando todo mundo sabe que el campeón tiene sus recintos favoritos para libar, inflar, chupar y con-beber.

Un “alarde garibayesco”, llama Vicente Leñero a la larga conversación, sin grabadora, con Rubén Olivares, y señala que más que periodismo se trata de una “novela de non-fiction”. A su vez, la singular bio-pic Las glorias del gran Púas, salvada musicalmente por Pepe Arévalo y sus Mulatos, nos acerca al “muchacho troglodita”, que gusta que le roben, que cierra por dentro cantinuchas, que paladea la sopa de lentejas: Rubeeeeeeeeeeén Olivaaaaaaaaaaaaaares ¡salucita!

Dir: Roberto G. Rivera Con: Rubén Olivares, Isela Vega, Sasha Montenegro, Víctor Manuel Castro, “Flaco” Guzmán, Carmen Salinas.

Recomiendo el libro de Ricardo Garibay, Obras reunidas. Tomo 9: Teatro y cine, México, Océano / Consejo y Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo / CONACULTA, 2004.